Dulce misteriosa y sacrificada América Latina
Tierra virgen apoteósica, donde una sola
Oriflama bastaba para cobijar a millones de almas
Donde la esperanza seguía firme, pero un día
Negro, un día tenebroso llego a cercenar todas
Las esperanzas del continente, y cuantos bizarros
Hijos se sacrificaron en aras de lo mas preciado,
Y lo menos alcanzado; ¡ La Libertad! Nuestro
Mundo ultrajado, violado en todas sus manifestaciones.
Un doce de Octubre de hoy, hace 500 años que
El omnisciente nunca hubiera permitido que llegara
Ese día ¡ Oh América Indígena! Numen sagrado orgullo
Del planeta donde la grácil princesa de nuestras
Civilizaciones vivia en grande, pero ese día llego
La convulsión, llego la oscura muerte; funesto 12 de
Octubre, donde el autóctono, celoso de su libertad,
Pierde todo, lo más hermoso preparado con polvo del
Arauco y piedras indoaméricanas y luego también
Abonado con sangre de esclavos africanos.
Hombres y mujeres de América, virgen mancillada,
¿Que pasó con nuestro amanecer? ¿Donde se fueron
Tanta cultura, tanta verdad, tanta luz? Y es que
Hubo tanta imposición y en tinieblas fueron
Ocultados y seguramente también hemos llegado
Con nuestra resistencia; donde lo apoteósico se
Convierte en acrópolis. Oh Mexicanos Heroicos, dignos
Caciques Centroamericanos orgullosas castas de
Los Incas Y Mapuches con vuestra sangre y voces
Nos heredaste valor y orgullo, hoy nos alumbras
Desde el infinito donde forman la bóveda celeste.
Oh Atahualpa emperador de los Incas, señor de los
Altos del Machu Pichu, sacro hijo de los Andes,
Oh, Moctezuma álgido señor de los mexicanos
Hermanos de los pies ligeros de la solitaria pampa
Argentina; hoy les hablo, que debemos partir con una
América sin fronteras, que el Azteca, el Maya, el
Taraumara sienta lo mismo que los hijos de los Andes,
Que los caribeños miskitos, sumus, ramas, negros, mestizos,
Sientan lo mismo que el quiché, el paya o el taino,
Juntos levantemos una sola bandera de redención, de
Compresión y fraternidad.
Hoy América tendrá que contar con otro amanecer,
Debemos romper la distancia de hace 500 años
De un albor negro que nos encadenara, a partir
De hoy nos toca que pensar como Diriangen, Hatuey, Adiac
Urraca, Lempira. Pensemos como el eslabón de la
Libertad de la perla de las Antillas; basta de yugo
Ideológico, basta de miseria, basta de planes desde el norte;
Que nazca en cada uno de nosotros una jerarquía propia
En el concierto universal.
Divididos y despedazados por 500 años; mañana nos
toca
Que, iniciar el siguiente milenio, estableciendo
Nuestra propia comsovisión; las mismas corrientes de
Comprensión, levantando el estandarte autónomo y sin
Mancillar, porque ese eslabón eres tu, ese soy yo, juntos
Apaguemos el grito de Triana que aun resuena por todo el
Continente americano, porque no fue ¡Tierra! Sino
Que fue ¡Sangre, Fuego y Oro! trino maldito por todos los siglos.
Si hermanos, no podemos seguir con esta tempestad
Que solo el hálito de nuestra resistencia nos mantuvo
Por cinco largo siglos, pero tampoco fuimos transitorios
Sujetos al tiempo bajo las orlas del Dios Cronos, hombres
Y mujeres de América, queda para nosotros cantar
Himnos de triunfo, de sobrevivencia, cantemos nuestra
Propia marsellesa de autodeterminación, de libertad
Sin condición de unidad y 500 años…….¡Aquí estamos!